RESEÑA: ASEDIO Y TORMENTA (TRILOGÍA SOMBRA Y HUESO, II)


-->Autor: Leigh Bardugo

-->Traducción: Leído en V.O.

-->Nº de páginas: 432

-->Editorial: Square Fish (Macmillan)

-->Año de publicación: 2013

-->Género: Fantasía 

-->ISBN: 978-1-250-04443-3







SINOPSIS: Perseguida a través del Mar Auténtico, atormentada por las vidas con las que acabó en la Sombra, Alina trata de sobrevivir junto a Mal en una tierra extraña, a la vez que mantiene en secreto su identidad como Invocadora del Sol. Pero no podrá huir durante mucho tiempo, ni de su pasado ni de su destino.

El Oscuro ha emergido de la Sombra con un terrorífico poder nuevo, y con un peligroso plan que pondrá a prueba los mismísimos límites del mundo natural. Con la ayuda de un carismático corsario, Alina volverá al país que trató de abandonar, decidida a luchar contra las fuerzas que amenazan Ravka. Pero a medida que su poder crece, Alina se pierde cada vez más en el juego de magia prohibida del Oscuro, y se aleja de Mal. Pronto tendrá que elegir entre su país, su poder y el amor que siempre pensó que la guiaría, o arriesgarse a perderlo todo en la tormenta que se avecina.

"La oscuridad nunca muere."


RESEÑA: Voy a empezar por el final de la reseña. Esta novela es un puente entre la primera y la tercera. Os lo digo para que sepáis lo que se avecina, si aún no la habéis leído ¿Qué implica esto? Que no se responden las preguntas con las que nos dejó la primera, sino que se plantean aún más. Significa también que la acción no brilla hasta las últimas páginas y que la autora nos allana el camino para coger el tercer libro inmediatamente.

Esto no quiere decir que sea una novela mala, ni aburrida. Hay críticas opuestas al respecto, pero a mí me ha gustado mucho, especialmente la presencia de un nuevo personaje (a mi modo de ver, el más carismático hasta ahora) llamado Sturmhond. Da mucho juego, y casi podría decir que es lo que más merece la pena de esta segunda entrega.

Y esto es porque Alina, de veras, ha llegado a desesperarme. Sí, sé que estamos hablando de una chica muy joven que, de repente, se ha visto abrumada con un poder enorme, y una responsabilidad aún más grande. Pero la indecisión la atenaza durante toda la novela. Y no exagero. Se pasa las 432 páginas dividida internamente: por un lado, su relación con Mal, que por las circunstancias, no acaba de cuajar; por otro lado, esa extraña atracción con el Oscuro, que no se sabe hasta qué punto le odia o le gusta; y, por último, el dilema moral entre defender al país, hacerse más poderosa o desentenderse de todo.

Es mucho que asimilar, soy consciente. Pero me parece un poco irreal que, estando en medio de una situación tan complicada, no hagas más que angustiarte por unas y otras cosas sin llegar a tomar ni una sola decisión. Y eso es lo que hace Alina. Lo siento, pero he de decir que me ha sido imposible empatizar con ella, por muy bien reflejados que estén sus pensamientos.

En cuanto al resto de personajes, como os dije, se salva el corsario conocido como Sturmhond. Qué carisma, qué manera de acaparar el foco, qué personalidad tan bien desarrollada. Aquí la autora lo clavó. Sobre todo, porque es un personaje mucho más importante de lo que parece en un principio, aunque he de decir que su evolución a lo largo de la historia no me gustó demasiado, perdió un poco de fuerza hacia el final.


"No matter what I said, we both knew the hard truth. We do our best. We try. And usually, it makes no difference at all."

 

Los demás personajes siguen pareciéndome figurantes: están ahí, son importantes para la trama de Alina, pero nada más. Mal tiene un papel muy definido y llega a darte pena, porque ella no hace más que marearlo; pero sigue siendo muy soso. El Oscuro aparece al principio y al final de la novela, y sigue faltándole la chispa necesaria de villano. Incluso empiezas a entender su punto de vista (al menos, eso me ha pasado a mí). Los compañeros Shu de Sturmhond, Tolya y Tamar, no son muy habladores, pero cumplen bien: es más interesante su contexto que ellos en sí.

En cuanto a la trama, como os dije al principio, es una preparación para la tercera novela. De hecho, el libro incluye al final una ronda de preguntas y respuestas con Leigh Bardugo, y en una de ellas, confirma haber descrito la batalla final en 100 páginas, de las cuales acabó recortando varias hechos importantes, con el objetivo de dejarlos para la última parte de la trilogía. Esto no quiere decir que no ocurran cosas importantes, que no haya evolución de los personajes (principalmente, de Alina). Pero los interrogantes que van surgiendo quedan sin respuesta, y hay gente que no lleva muy bien esa situación. 

Hay también un entramado político que brilla ocasionalmente, pero que en otras puede hacerse un pelín tedioso. La vuelta a la corte de Ravka es lo que tiene. Otro aspecto que ha vuelto a desaprovechar la autora es el mundo que creó. Lo amplió con respecto a la primera novela, como era de esperar. Sin embargo, utilizó dos puntos diferentes a Ravka al principio de la novela, y ya está. Me esperaba más, y también esperaba más personajes provenientes de otros lugares, como Tolya y Tamar.

¿Recomiendo esta novela? Si ya has leído la primera, merece la pena, sobre todo, por no dejar a medias la trilogía. Es una buena novela, pero con unos cuantos puntos flacos. Veremos si la siguiente lo arregla.


VALORACIÓN

-He decidido valorar esta obra con una nota final de 8/10

-⭐⭐⭐⭐/5


Muchas gracias por leer

😎😎

Aníbal



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